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Mente Sana =
Vida Laboral Sana
Con programas de capacitación como los mencionados anteriormente y la demanda creciente de soluciones con distanciamiento social, el papel del CHRO se está volviendo cada vez más amplio. El rol de recursos humanos está buscando métodos nuevos e innovadores para retener y comprometer a sus empleados, al mismo tiempo que los motiva y mantiene los niveles de eficiencia. Según nuestra encuesta, cuando se trata de abordar el bienestar de sus empleados, el 31% de los encuestados se está centrando en el estado mental y emocional de los empleados y el 24% está fortaleciendo y actualizando sus servicios de bienestar, incluida la atención a distancia, el asesoramiento individual, etc. Con el 65% de los encuestados asegurando la inversión en bienestar y retención de su fuerza laboral, la demanda de servicios de salud mental parece haberse disparado, allanando el camino para un nuevo tipo de contacto especializado.


Las startups latinoamericanas en este segmento, particularmente en Brasil, como PsyAlive (Psicología Viva), Vittude, Zenklub y Telavita son ejemplos perfectos de estos “puntos de contacto”.

Vittude Corporate ofrece consultas con valores sociales para democratizar el acceso a la terapia para las empresas. “Tuvimos un aumento en la demanda de todas las partes interesadas: un aumento en la demanda de psicólogos que desean trabajar con una plataforma segura; un incremento de personas que buscan terapia; y también un aumento en el número de empresas que desean desarrollar proyectos corporativos de salud mental en este momento para dar la bienvenida a sus equipos “, dice Tatiana Pimenta, CEO de Vittude.5

Nuestra encuesta indicó que, si bien el 72% de las empresas está comprometido a mantener los salarios de los empleados, el 40% de ellas aún no está decidido en lo que respecta a la estructura de bonificaciones para 2020. El 24% de las organizaciones también está considerando un posible despido de hasta 30 % de su fuerza laboral, mientras que 25% y 28% buscan hacer recortes salariales y suspensiones temporales, respectivamente. Además de eso, el miedo al contagio, el malabarismo con el equilibrio entre la vida laboral y personal mientras se trabaja de forma remota, el aumento de las horas de trabajo, la ansiedad por posibles despidos y recortes salariales, y una mayor necesidad de garantizar que la tecnología no domine el contacto humano, es lo que exige el lenguaje de compasión de los empleadores. Estos planes corporativos de salud mental abordan esta brecha.



Tome sus CISO / CIO / CTO como ejemplo. Incluso antes de COVID-19, los altos ejecutivos de tecnología, incluidos los CISO, CIO y CTO, estaban abrumados y sentían una creciente falta de contrapeso en sus vidas. Algunos llegaron al extremo de aceptar un recorte de compensación hipotético y significativo a cambio de un mayor control sobre su trabajo, y algo parecido al equilibrio entre la vida laboral y personal. Otros sintieron que nunca fueron capaces de satisfacer a las partes interesadas internas y que con frecuencia fueron los primeros culpables y responsables de cualquier falla técnica, incluidas las que tienen lugar en la nube.6

Tales escenarios resaltan la necesidad de profesionales médicos. La industria de la salud ha vivido un aumento en la demanda de expertos en salud mental orientados a ayudar a los empleados que sufren angustia y estrés debido a la alta carga de trabajo y al temor general de un mañana interminable. El cofundador y CEO de PsyAlive, Bráulio Bonoto, dice que el crecimiento registrado por la compañía en marzo fue “extraordinario”. Antes de la cuarentena por el COVID-19, la compañía tenía aproximadamente 3 millones de personas cubiertas por el servicio. Hoy en día, hay más de 6,5 millones de beneficiarios, de los cuales el 75% son de clientes corporativos, incluidos operadores de atención médica.5