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¿Qué se ha hecho hasta
ahora?
Recientemente llevamos a cabo una encuesta global sobre cómo las empresas gestionan a sus equipos a medida que se ajustan a los nuevos horarios de trabajo, redefinen el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y se acostumbran al ritmo de un lugar de trabajo virtual. De los aproximadamente 1000 ejecutivos senior que encuestamos en América Latina, el 38% de las empresas tiene más del 81% de sus empleados trabajando de forma remota. Casi el 70% de los encuestados también declaró que la productividad ha sufrido muy poco, por debajo del 25%, como resultado del trabajo remoto, incluido el 25% que dijo que trabajar desde casa no tuvo ningún impacto en su eficiencia general.



Las empresas están haciendo todo lo posible para mantener a sus empleados motivados, comprometidos y eficientes durante estos tiempos difíciles. Cuando las noticias de la enfermedad empezaron a surgir en todo el mundo a principios de 2020, muchos Directorios y Consejos Directivos en América Latina (GC), junto con sus ejecutivos C-suite, formaron comités de crisis COVID-19. Estos son equipos interdisciplinarios cuyo enfoque principal es desarrollar la estrategia de la compañía sobre cómo abordar los efectos de COVID-19 en el negocio y difundir mensajes sobre la pandemia en toda la organización.1 Las empresas de energía formaron un equipo de médicos que fue traído para asesorarlos en asuntos médicos, junto miembros de abastecimiento, cadena de suministro, finanzas y el departamento legal. El foco de estas discusiones diarias se centró en la privacidad de los datos, la seguridad y la salud de sus empleados.1

Adicionalmente, muchas empresas en América Latina están aprovechando este tiempo en casa para dirigir la atención a la capacitación. Según nuestra encuesta, el 37% de las empresas está invirtiendo en capacitación y desarrollo. Esto es aproximadamente un 8% más alto que lo que las empresas en Estados Unidos están invirtiendo en capacitación y desarrollo. En compañías cuyas ventas y carga de trabajo se han visto impactadas por esta pandemia, los líderes están introduciendo programas de capacitación virtual, como por ejemplo gestión del tiempo, para ayudar a los empleados en su desarrollo profesional continuo.

COVID-19 y las respectivas medidas de cuarentena han impactado en la forma en que operan las organizaciones. Al pasar de manejar el negocio en persona, a organizar cada reunión virtualmente, para garantizar las interacciones diarias con el equipo, orientadas a generar motivación, las empresas están aprendiendo que la eficiencia se puede mantener trabajando a distancia. Sin embargo, estos cambios también resaltan algunas de las brechas que recaen en las áreas de TI, en la gestión de cambios y en el talento requerido para respaldarlo. Con el 78% de las reuniones realizadas por video y el 72% de las empresas lanzando comunicaciones del equipo de liderazgo, lo que vemos ahora es una nueva fase de digitalización forzada. “La efectividad de un mundo remoto es revolucionaria”, como lo destaca Sergio Rial, CEO de Santander Brasil. “Nos damos cuenta de que aquellos que trabajan de forma remota no trabajan menos … he dicho que con el coronavirus termina la era industrial, porque todos los procesos que puedan ser automatizados, de ahora en adelante lo serán”.2