HACIA LA DIVERSIDAD DE GÉNERO

El cambio es imposible de evitar, pero no por eso es natural que las personas queramos el cambio y, por el contrario, intentamos evitarlo. Por esta razón, normalmente para que no nos sorprendan sin estar preparados, debemos forzar que éste ocurra y podamos adaptarnos a tiempo.

Como sociedad, posiblemente fomentaremos la Diversidad a través de programas de inclusión que acelerarán el cambio y pondrá a las organizaciones frente a una lucha por el talento femenino que, en términos de las experiencias requeridas, aún es escaso.

Según el estudio de McKinsey “Why Diversity Matters”, las empresas con diversidad de género tienen un 15% más de probabilidades de generar rentabilidades superiores a las que tienen equipos ejecutivos predominantemente masculinos. Las empresas diversas, superan a las que no lo son en un 21% en términos de EBIT y en un 27% en términos de creación de valor a largo plazo.

Es solo cuestión de tiempo para llegar al balance de género en el largo plazo, pero para eso, las organizaciones deberán responder a las normas posiblemente forzosas de inclusión y tendrán que sobrevivir al corto plazo, durante el cual habrá escasez de talento preparado.

ANTICIPACIÓN:

La guerra por el talento la ganarán las empresas que se adelanten en atraer el mejor talento disponible y sean capaz de establecer sistemas de retención apropiados. Una forma de estar permanente preparados y aprovechar las oportunidades oportunamente, es la realización de Pipelines de Talento que permitan identificar anticipadamente a Ejecutivas jóvenes que posean el tipo de experiencias y las habilidades de liderazgo compatibles con lo que la organización necesita.

IDENTIFICACIÓN Y CRECIMIENTO:

Las organizaciones tienen talento ejecutivo femenino en posiciones medias y bajas, las que posiblemente tienen las competencias personales para crecer. Es importante la realización de procesos formales de Inventario de Potencial Ejecutivo, a través de la evaluación de Habilidades de Liderazgo y Gerenciales, con el fin de implementar planes de acción para aquellas ejecutivas que posean el potencial, hacerlas crecer en experiencias y reforzar sus capacidades personales naturales.

INCLUSIÓN COMO PARTE DE LA CULTURA:

Es importante que las organizaciones tomen conciencia de cómo es su cultura, en términos de entender qué tipo de personas se sentirán más motivadas a trabajar en la organización y así aumentar las posibilidades de atraer el mejor talento. Las nuevas generaciones exigen que las empresas sean inclusivas, estén abiertas a la Diversidad y tengan políticas concretas que la fomenten.

Las organizaciones que crean de manera legítima y no por obligación en el valor de la Diversidad, harán este camino con más rapidez y de forma más exitosa, siendo más rentables.

Según el estudio de Deloitte “Millenial Survey (2018)”, el 74% de los encuestados afirmaron que creen que sus lugares de trabajo serán más innovadores si la dirección hace de la diversidad y la inclusión un componente clave de la cultura organizativa.